No crean que estamos frente a un nuevo concepto de filme de acción con el estreno de “Greenland”. El catastrofismo es una fórmula con la que Hollywood ha amenazado desde hace varios años al público. Repasemos algunos títulos que nos darán el real convencimiento de que la industria no juega al momento de buscar abultadas recaudaciones en taquilla.

Aeropuerto (1969)
George Teaton toma un best-seller sobre un accidente de aviación y lo convierte en un fenómeno de que los accidentes gustan mucho. Una secuela con cuatro filmes más reveló esta realidad.

La aventura del Poseidón (1972)
Un terreno fértil para revelar y explorar en el público la sed por este tipo de ficciones. El temor por los hundimientos y demás calamidades. Una manera de cómo el público veía la crisis social y económica del momento.

Infierno en la torre (1974)
Un filme que reunió a un grupo de estrellas en la que se encontraban Steve McQueen, Paul Newman, William Holden, Faye Dunaway, Fred Astaire. Todos atrapados bajos las amenazantes llamas dentro de un edificio.

Terremoto (1974)
Charton Heston, Ava Gadner y George Kennedy también quisieron poner en el tono del catastrofismo y simularon estar en un desastre telúrgico. El filme sólo fue un gancho para lanzar en Sensurround.

The Day After (1983)
El efecto de un desastre nuclear es vivido por los habitantes de la ciudad de Kansas después de vivirlo en carne propia. Posiblemente una de las películas más controversiales sobre el tema. Jason Robards, Steve Guttemberg, John Lithgow y Amy Madigan actúan.

Independence Day (1996)
El ataque marciano se evidencia como una razón más para desbocarse sobre el nacionalismo norteamericano que declara el 4 de julio como la liberación mundial contra las temibles criaturas espaciales. Fascismo actualizado.

Daylight (1997)
Sylvester Stallone se pone en el lado de los buenos y protagonizó este desatre urbano caracterizado por el mero descuido humano. Su fortaleza sólo le bastó para recuperar la inversión en la taquilla.

Volcano (1997)
Tommy Lee Jones se enfrenta a un desatres geológico que amenza a la ciudad de Los Angeles con desaparecer del mapa. Mucho ruido y pocas nueces para un filme sin calidad expositiva.

Dante’s Peak (1997)
La pareja de formada por Linda Hamilton y Pierce Brosnan se mueven dentro de una odisea llena de lava ardiente y muchos efectos especiales. El género siguió su curso de la autodestrucción.

Titanic (1997)
Bajo los mismos efectos de un peligro inminente combinado con la atracción hacia el desastre, “Titanic” produjo un panorama de morbo incondicional que se reflejó en el gran éxito en taquilla y en el Oscar.

Impacto profundo (1998)
Antecesor inmediato de “Armageddon” y que recuperó el filón comercial por los desastres. La amenaza de asteroides y demeas cometas es la base fundamental para recurrir a la espectacularidad y a los buenos dólares.

Godzilla (1998)
Debemos incluir también a este esperpento animal que sacudió a la ciudad de Nueva York recientemente. Un filme que sustenta la teoría de que siempre hay algo podrido debajo de las alcantarillas. Destrucción y catástrofe a expensas de 400 pies de terror.

La falla de San Andres (2015)
La falla de San Andrés acaba cediendo ante las temibles fuerzas telúricas y desencadena un terremoto de magnitud 9 en California. Ante tal catástrofe, el piloto de helicóptero de búsqueda (Dwayne Johnson) y rescate y su ex esposa Emma viajan juntos desde Los Ángeles hasta San Francisco para salvar a su única hija.

The Wave (2015)
Cuando cae el paso de montaña de Åkneset sobre el estrecho fiordo noruego Geiranger se crea una violenta ola de 85 metros que amenaza con arrasarlo todo

Geostorm (2017)
Un ingeniero diseñador de satélites (Gerard Butter), tras un fallo en cadena de la mayor parte de los satélites meteorológicos de la Tierra, deberá formar equipo para viajar al espacio y salvar al planeta de una tormenta artificial de proporciones épicas.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO

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