Los actores Fernando Colunga y Eduardo Yáñez en una escena de «Ladrones». Foto: Lantica Media

SANTO DOMINGO.- El afán industrial cinematográfico local ha abierto otras vertientes dentro del negocio. Ya no se están haciendo películas únicas para el mercado local, sino, productos fílmicos realizados en el país para otros mercados hispanos.

“Ladrones”, filme dominicano, que solo adquiere la nacionalidad por haberse rodado en el país bajo los incentivos de la ley de cine, es un ejemplo de lo que se avecina en el campo cinematográfico local.

Bajo la sombrilla de Lantica Media, “Ladrones” es un producto para ser mercadeado en México y la franja del West Coast estadounidense, donde el ochenta y cinco por ciento de la población es hispana.

Hacia estas poblaciones es que está concebido este filme. Es por ello que, calificarla de dominicana, es una pura cuestión técnica.

Lo que se puede observar es que la apertura de República Dominicana hacia las producciones cinematográficas ya sea local como extranjeras, es una cresta que cada vez se acrecienta dejando buenos dividendos al país.

La historia de “Ladrones” no tiene que ver en nada con la realidad dominicana, es un relato que se centra en la comunidad tejana que trata de recuperar unos terrenos que le han sido arrebatados por una poderosa familia.

Para recuperar estos terrenos acuden a dos ex ladrones que reúnen un equipo de principiantes para buscar los títulos de propiedad escondidos en una mansión.

Planteado esta situación el filme corre por acciones muy simples y situaciones cómicas dejando tras su paso una idea muy naive y hasta telenovelesca de la historia.

Un elenco extranjero compuesto por Fernando Colunga, Eduardo Yáñez, Miguel Varoni, Jessica Lindsey, Vadhir Derbez, Cristina Rodlo, Oscar Torre, se une a los locales como Evelyna Rodríguez, Nashla Bogaert, Frank Perozo, Oscar Carrasquillo para dilucidar un cuerpo actoral disímil.

Joe Menéndez, quien ya había dirigido bajo estas mismas condiciones de producto de exportación con “Quiero ser fiel (2014), hace lo mínimo para cumplir con un filme que pueda ser consumido por estas audiencias.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO

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