El callejón de las almas perdidas (crítica)
SANTO DOMINGO.- Una nueva adaptación de la novela homónima de William Lindsay Gresham publicada en 1946, llega ahora a manos del realizador y productor Guillermo del Toro (La forma del agua, 2017).
Su primera trasposición cinematográfica fue realizada en 1947 titulada “Nightmare Alley”, un policial negro realizado por 20th Century Fox durante el esplendor del `film noir´, una pesadilla ambientada mayormente en el inquietante mundo de un parque de diversiones itinerante, dirigida por Edmund Goulding y protagonizada por Tyrone Power, que en aquel momento era la clase de héroe más tradicional que existía.
En esta ocasión, el protagonista es Bradley Cooper (A Star is Born, 2018) quien interpreta a Stanton Carlisle un aventurero oportunista que llega a una feria de variedades y queda fascinado cuando descubre que posee talento para el mentalismo, pero a la vez de la exhibición de un hombre bestia, que irónicamente descifrará su futuro.
Allí conoce a Zeena (Toni Collette) y su esposo alcohólico, Pete (David Strathairn) de quien aprende varias claves del oficio; también a Molly (Rooney Mara) de la cual se enamora y la invita a partir a nuevos rumbos, pero también se relaciona con la doctora Lilith Ritter (Cate Blanchett) con quien establece una oscura relación de intercambio.
En este aparente mundo mísero es que Stanton se va moviendo como una serpiente en la arena, en la que su establecimiento de la calidad moral es menos predecible que su ambición por el dinero, llevándolo cada vez más por el camino del engaño y las traiciones.
Cooper, al igual que Power en su momento, se arriesga a mortificarse con un personaje que puede no ser de la simpatía del público. No obstante, la experimentación que ofrece es un riesgo calculado que puede beneficiar su carrera por los motivos que le ofrece Guillermo del Toro.
Para este director lo importante es cómo los personajes reaccionan ante el contexto en que se desenvuelven, originando un motivo para cada uno y desentrañando las veleidades humanas y las contradicciones existenciales.
Frente a esto, del Toro aplica una imagen sórdida y voluble en la cual construye un universo visual en consonancia con la esencia de la historia y las justificaciones de sus personajes.
El fotógrafo Dan Laustsen, quien también lo acompañó en “La forma del agua”, trata de aproximarse a las claves estéticas que definieron al `film noir´ durante toda su época dorada, ahora con mucho más color, impresión de forma, diseño, definiendo así la importancia de las sombras y las luces para crear un universo propio de atmósfera encerrada y asfixiante.
Aunque puede ser un interesante ejercicio para del Toro, la historia escudriña un mundo más focalizado en el pensamiento de la mentalidad del público de la época que la apreció en la primera versión que del interés para la audiencia actual; la cual, posiblemente, no le interesa descubrir el brillo de una película que, metafóricamente, trata de un hombre demolido por el vicio, la artimaña y las circunstancias.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: Nightmare Alley. Año: 2021. Género: Drama. País: USA. Dirección: Guillermo del Toro. Guion: Guillermo del Toro, Kim Morgan. Novela: William Lindsay Gresham. Elenco: Bradley Cooper, Rooney Mara, Cate Blanchett, Toni Collette, Willem Dafoe, David Strathairn, Richard Jenkins. Duración: 2 horas 30 minutos
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