Hombre-Araña: sin camino a casa (crítica)
SANTO DOMINGO.- Esta nueva aventura del Hombre-Araña parte del cierre de la anterior cuando, antes de morir el Mysterio (Jake Gyllenhaal), este le anunciara al mundo que Spiderman es Peter Parker.
Esto me obligaría a relatar este comentario no como un fan, más bien como un simple espectador que cataloga y distribuye las razones por la cual el público podría moverse a verla, cuestión que me obliga a relatar, por lo menos, algunos acontecimientos de su narrativa, aunque evitando revolverle el argumento y dejarlo virgen al momento que se decidan verla o en su defecto, ya la hayan visto a la hora de leer este comentario. Seré simple.
La revelación de la identidad de Peter Parker (Tom Holland) crea todo un torbellino dentro de su vida, pues este adolescente de 17 años se convierte en víctima de una persecución mediática donde se muestra, por un lado, algún tipo de apoyo, pero muchísimas más de odio por el otro.
Desesperado, acude a los servicios de Dr. Strange (Benedict Cumberbatch), -quien ha demostrado ser uno de los más carismáticos personajes de la Marvel-, para que, a través del hechizo de la gema del tiempo, pueda retroceder las cosas y lograr que todos, menos sus seres queridos como la tía May (Marisa Tomei), su novia MJ (Zendaya) o su amigo Ned (Jacob Batalon), se olviden de que El Hombre Araña es Peter Parker. Tamaña misión que involucra muchas cuestiones fundamentales de supervivencia, pero también de ocultamiento de identidad, cosa que es esencial en la vida del joven Parker.
No obstante, el hechizo no sale como lo planeó, pues sus dudas tergiversaron el efecto y esto produce la salida de distintas multidimensiones que abren portales que habilitan la llegada de los enemigos históricos del arácnido como el Doctor Octopus (Alfred Molina), el Electro (Jamie Foxx), el Sandman (Thomas Haden Church), el Lagarto (Rhys Ifans) y el Duende Verde (Willem Dafoe).
Panorama en donde se apoya este nuevo episodio que eructa mucho sofisma para transitar por una serie de elementos que conlleven a su deslinde con otros episodios y sea un “atacabos” de todo lo que se ha visto hasta el momento dentro de la historia de este personaje con todo y los reinicios que han sobrevivido.
De esta manera, la narración del eficaz Jon Watts quien ha dirigido estas tres películas para Tom Holland, permite confrontar ciertas condiciones del mismo personaje como es la amistad, el sentimiento y la responsabilidad.
Watts, quien ha aprendido mucho del mecanismo del personaje y de lo que significa dentro del universo de la Marvel, confía su visión en el sentido de llevarlo hasta ciertos límites funcionales para introducirlo junto a los tres anteriores Spider-Man (Tobey Maguire y Andrew Garfield) quienes unificarán los criterios por la cual asumen sus existencias y la validez de las misiones que han desempeñado.
El resultado en un cuadro dramático que satisface los requerimientos de los espectadores frente a la complejidad del arácnido y de lo que ha significado dentro de su propio universo. A Watts no se le puede pedir mucho, pero ha logrado un producto que sintoniza con el dolor del pasado, la inquietud del presente y la esperanza del futuro.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: Spider-Man: No Way Home. Año: 2021. Género: Fantástico. País: USA. Dirección: Jon Watts. Guion: Chris McKenna, Erik Sommers. Cómic: Steve Ditko, Stan Lee. Elenco: Tom Holland, Zendaya, Benedict Cumberbatch, Marisa Tomei, Jamie Foxx. Duración: 2 horas 28 minutos
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