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Robot Salvaje (crítica)

SANTO DOMINGO.- El realizador Chris Sanders, colaborador cercano de Dean DeBlois en “Cómo entrenar a tu dragón”, ha decidido soltar las amarras y lanzarse por cuenta propia a navegar por el vasto océano de la animación.

Tomando una adaptación del libro ‘The Wild Robot’ de Peter Brown, Sanders utiliza toda su imaginación para darle forma y vida a todos esos elementos dinámicos existentes en esta literatura a través de una fábula sobre un épico viaje de un robot llamado Roz, una especie de unidad inteligente diseñada para colaborar con los quehaceres de los humanos quien, por accidente, naufraga en una isla deshabitada donde debe aprender a adaptarse al duro entorno a través de las relaciones con los animales de la isla.

Este texto sirve también para desarrollar una serie de temas que se van interrelacionando en la media que la trama progresa por ese espacio narrativo de sorprendente grafismo. La combinación de elementos de ciencia ficción, aventura y naturaleza ofrece una reflexión sobre la relación entre tecnología y naturaleza, haciendo una especial mirada hacia la adaptación.

Este proceso de adaptación puede verse como una metáfora de la capacidad humana (o artificial) de aprender y evolucionar en entornos que inicialmente parecen hostiles o desconocidos.

A lo largo de la película, estos dos mundos chocan, pero también aprenden a coexistir. En lugar de imponer su propia lógica sobre el entorno, Roz aprende a respetar y adaptarse a la naturaleza. Esta relación simbiótica sugiere que la tecnología no siempre tiene que estar en conflicto con la naturaleza, sino que puede integrarse de manera armoniosa, siempre que haya respeto, entendimiento mutuo y la capacidad de asumir la identidad y la autoconciencia como forma de preservar los entornos naturales.

Sanders procura establecer ese paralelismo, pero a la vez integrando lo salvaje y lo tecnológico valiéndose de los recursos de una trama sencilla, aunque profunda en los conceptos que ella misma propone.

En cuanto al grafismo su diseño visual combina elementos futuristas y naturales de manera armoniosa. Por ejemplo, para el diseño de Roz se evitan los ángulos duros que suelen asociarse a la tecnología avanzada. Este enfoque gráfico refuerza el contraste entre la humanidad del robot y su naturaleza mecánica.

Una producción que se beneficia de una animación fluida que mezcla técnicas tradicionales con la animación por computadora permitiendo una mayor expresividad tanto en los personajes como en los escenarios, que van desde paisajes naturales exuberantes hasta ciudades futuristas llenas de tecnología.

Definitivamente, “Robot Salvaje” es un animado con un atinado mensaje ecológico donde las preocupaciones sobre el cambio climático y la destrucción del medio ambiente son partes relevantes de la agenda social y política en el contexto actual.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO

Título original: The Wild Robot. Año: 2024. Género: Animado. País: USA. Dirección: Chris Sanders. Guion: Chris Sanders. Libro: Peter Brown. Elenco: Personajes animados. Duración: 1 hora 41 minutos

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“Robot Salvaje” es un animado con un atinado mensaje ecológico donde las preocupaciones sobre el cambio climático y la destrucción del medio ambiente son partes relevantes de la agenda social y política en el contexto actual.
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Felix Lora

Felix Lora

Periodista, crítico de cine, catedrático e investigador

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