Pobres criaturas (crítica)
SANTO DOMINGO.-Yorgos Lanthimos (Canino, 2009) es un realizador que posee referencias muy bien marcadas de otros estilos, corrientes y directores. Desde su Grecia natal ya conocía el cine europeo, el teatro alemán y las andaduras de un Luis Buñuel a través de la exploración dentro del terreno surrealista.
Entre golpe y golpe, película a película, Lanthimos pudo atrapar esa veleidad significativa del exceso, la crueldad, la culpa y la redención. Esto abrió una brecha intelectual que le permitió explorar, sin ningún tapujo, las zonas más intrincadas de la naturaleza humana.
En “Pobres criaturas”, basada en la novela de Alasdair Gray, ofrece lo mejor de los estilos de películas como “Freaks” (Tod Browning, 1932), “Frankenstein” (James Whale, 1931) y “La novia de Frankenstein” (James Whale, 1935), un franco homenaje a las mejores obras del cine fantástico y de terror que marcaron una época gloriosa de estos géneros en el cine norteamericano.
Su musa, Emma Stone, que ya significó un lazo de colaboración con Lanthimos en “Bleat” (2022), un mediometraje de 30 minutos aposado en el cine silente y donde también sondea la imaginación onírica y los deseos perniciosos, nuevamente representa la motivación en esta nueva aventura en la que interpreta a Bella Baxter, una joven que experimenta una resurrección gracias al científico Dr. Godwin Baxter (Willem Dafoe) quien intenta llevarla paulatinamente a descubrir el mundo que le rodea, terminando irremediablemente sacudida por la mundanidad a través de la aventura que le ofrece el perverso abogado Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo).
El relato claramente parte del proceso de madurez de una mujer que rompe ciertos códigos del mundo masculino y subvierte la consideración social de lo que puede ser permisivo o no. La reacción de Bella frente al mundo que descubre no es tan ajena a lo que ella se imagina, pero tampoco la detiene a seguir escudriñando casa salida a sus apetencias.
Este viaje de la heroína ambulante que regresa al mismo punto de partida después de conocer una fauna de personajes a lo largo de su viaje, es la clave de que el conocimiento de su pasado es parte sustancial para entender su presente y de aquellas piezas que se juntan nuevamente como el Dr. Godwin y de aquel hombre que gravitó en ella antes de que el doctor la reviviera.
Quizás lo abigarrado de la puesta en escena, el vestuario, la música, del atrezzo, la utilización del gran angular que deforma la óptica de la realidad, la convivencia de los colores, pueden causar un hastío en el espectador que lo desvincula de una apreciación global del contenido.
Quizás el gran pecado de Lanthimos es la pretensión, la demanda de mucha imaginación que al final condensa un estadio de ostracismo que hace de su propia fábula un proceso de extorsión visual que vulnera, incluso, en el proceso de su análisis.
No obstante, ahí está una pieza que puede tener un significado referencial en el proceso de un director nada convencional, que no le importa los riesgos artísticos ni las críticas hacia su obra.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: Poor Things. Año: 2023. Género: Fantástico. País: Irlanda. Dirección: Yorgos Lanthimos. Guion: Tony McNamara. Novela: Alasdair Gray. Elenco: Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe, Ramy Youssef. Duración: 2 horas 21 minutos
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