Nuevas miradas en los cortos de la XV Muestra de Cine
SANTO DOMINGO.- El gusto, el amor, el estudio y la pasión por el cine nacional, tuvieron la noche del 17 de abril en Fine Arts, al fin, su máxima expresión tras la proyección de los seis proyectos de cortometrajes que ofreció la XV Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo.
Lo que se disfrutó esa noche como emblema de lo “hecho aquí” en la XV Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, fueron seis nuevas miradas, seis las válidas sorprendentes estéticas de un cine que se apunta hacia la pendiente y anhelada identidad múltiple de un cine con vocación global.
La proyección de Aquella que va sobre Zancos (Francisco Montás), Campeón (Mijail Peralta), La Cucaracha -To Kill a Roach- (Laura Gómez), The End (Víctor González), El Seno de la Esperanza (Freddy Vargas) y Mónica (Raymundo José), tuvo su primer éxito desde mucho antes de que se proyectara el primera imagen, cuando el lobby de Fine Arts se vio colmado por la cantidad de público, inmensamente superior a la capacidad de la sala en que se proyectarían.
El conjunto de los seis trabajos deja claridad en el potencial de las texturas del color, lenguaje y las estéticas que impulsan a los nuevos valores del cine local:
LA CUCARACHA (To Kill a Roach) . Laura Gómez, (Guión, Dirección y protagonista), una producción de corte hiperbólico que utiliza el tema del clásico pánico femenino a las cucarachas para dibujar el cuadro del amor de la mujer afectado por la deformación emocional masculina. Una perspectiva del amor en deficiencia trazada desde una parábola inocente. Buen manejo de los aspectos de montaje, dirección de fotografía y valides en su concepto. Una verdadera revelación de Laura Gómez, actriz nacional radicada en New York, donde acaba de hacer estudios de dirección en la Universidad de NY. Este fue su trabajo de graduación y que ha resultado seleccionado por su calidad a varios festivales y eventos especializados. Una perspectiva crítica a la violencia no expresa de hombres que no saben apreciar el valor de las mujeres y que sólo podía ser denunciada por una directora inteligente persistente y sensible, tal cual se revela la Gómez.
CAMPEÓN. Mijail Peralta, Rodado los días 7, 8 y 9 de diciembre pasado en las verdes laderas de un Miches distinto al de sus playas potencialmente promisorias y punto de partida de las yolas de la emigración gris a Puerto Rico, es uno de los trabajos de mayor consistencia pariendo de su concepto y de la consistencia de sus talentos, particularmente de su protagonista Johnnie Mercedes, un actor de un potencial que excede lo que puede mostrar en comerciales bancarios, y con quien incluso la crtítica ha sido injusta (comenzando con el autor de estas líneas) al pasar por alto sus consistentes condiciones histriónicas.Peralta es uno de los directores jóvenes de mayor seriedad en el abordaje de sus temas y lo muestra con el agudo criterio con que, sin caer en panfleto, expone un tema social que pudo haber sido tan manido como previsible. Giovanni Cruz, en sus brevísimas líneas, deja sentir su peso histriónico.
AQUELLA QUE VA SOBRE ZANCOS. Francisco Montás, Una revelación de estética conceptual y visual. Un poema gráfico cargado de ternura y soluciones asertivas. Es el mejor de los trabajos cortos acometidos por este prometedor joven director, despertando un horizonte de ricas miradas hacia un cine necesitado de identidad propia. Una joya interpretativa y visual.
THE END. Víctor González, un rejuego intelectivo sobre la relación de quien escribe, sus historias y sus personajes. Una trama despojada de localismos para asumir unos valores sobre la creación literaria, en la cual conforman valores tanto sus efectos visuales impecables, como por sus textos invitantes al ejercicio de la imaginación subjetiva en el marco de los mecanismos de vida y ciclos de los personajes de la historia. Un gesto de universalidad apoyado en buena técnica. Sorprendente el director que se apoya en las habilidades de su equipo (particularmente en fotografía, edición, sonido y efectos especiales) para dejar claro que el cine nacional tiene posibilidades de expresión insospechadas.
EL SENO DE LA ESPERANZA. Freddy Vargas, el director de más largo ejercicio en los cortos presentados, toma un tema social, de una carga emocional que explota a partir de la actriz que está tornándose en la principal figura femenina del cine de estos momentos. Cheddy García, hace una estimulante versión para el cine del gesto de solidaridad de Sonia Marmolejos – la madre dominicana recién parida que acudió al Hospital Darío Contreras donde amamantó niños haitianos heridos en el terremoto del 10 de enero del año 2010 con la sola expresión final que congelada en primer plano y sustentada con música y textos escritos para rasgar las venas, deja escapar las lágrimas del espectador más parecido en su emotividad, a la pesada inexpresividad de las piedras. Llevar ese trabajo a un largometraje, por lo que implica propiciar una corriente de hermandad entre ambos pueblos que comparten una isla del Caribe.
MÓNICA. Raymundo José, es el corto del hubiéramos deseado mayor cuidado en su realización. Necesita de mayor trabajo en sus detalles, en su interpretación y de superar los esfuerzos fílmicos para elevar su impacto en tanto obra artística. No es que fuera el peor de los trabajos, pero si que resulta el más necesitado de consejería crítica a fondo, particularmente en los aspectos de fotografía e interpretaciones. Pudo haber sido mucho mejor. El director tiene potencial, pero con ello no basta. Debe ser el primer crítico de su trabajo y hacer conciencia de que no debe dejar huecos y desniveles en todo lo que lleva su firma.
José Rafael Sosa/CINEMA DOMINICANO
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