La invitación (crítica)
SANTO DOMINGO.- Tras la muerte de su madre y quedarse sin parientes conocidos, Evie (Nathalie Emmanuel) se hace un test de ADN y descubre a un primo lejano hasta ese momento desconocido.
Evie es invitada por su recién descubierta familia a una fastuosa boda en la campiña inglesa. Allí se sentirá atraída por el aristócrata anfitrión De Ville (Thomas Doherty), pero nada es lo que parece pues un horrible secreto se esconde en esa reunión.
De esta manera La invitación (The Invitation), trata de especular con algún aspecto de crítica social, haciendo coqueteos con el cine de terror y los subtemas que han plagado muchas de las películas del género como el vampirismo.
Es este mismo tema que se tarda demasiado tiempo en desplegarse pues, cuando viene la revelación ante el público, ya se siente un hastío por los constantes devaneos introductorios tanto de la trama como de la combinación entre Ivie y el misterioso anfitrión.
Jessica M. Thompson (Seeds of Time, 2013) no logra conjugar bien todos los elementos que pudiera haber tenido a su favor para desbocarse por un tratamiento sin implicaciones y con pocos efectos de suspenso y misterio.
Este romance gótico, con algunas claras referencias a Bram Stocker, intenta sobrellevar la virtualidad del material argumental a través de la seducción principal hacia la protagonista y no prepara adecuadamente el toque final para descubrir cuál es la función de Evie en la mansión.
Aunque el terror, al parecer, no es lo principal para la directora, sus apegos se difuminan entre la crítica a la aristocracia europea y la banalidad del mundo moderno que hace de “La invitación” un filme que cae en las propias brumas de sus intenciones.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: The Invitation. Año: 2022. Género: Horror. País: USA. Dirección: Jessica M. Thompson. Guion: Blair Butler, Jessica M. Thompson. Elenco: Nathalie Emmanuel, Stephanie Corneliussen, Thomas Doherty, Sean Pertwee. Duración: 1 hora 44 minutos
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