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“Hermanos”, entre la fe y la familia

El contenido de “Hermanos” no dista mucho de estos intentos realizados anteriormente donde se ha utilizado el medio del cine para expresar ciertas convicciones con respecto al sustento de la fe cristiana. Foto: Panamericana de Producciones

SANTO DOMINGO.- No es de dudar que Raymond Pozo y Miguel Céspedes están convencidos de que tienen que explorar otros caminos dentro del cinema local si quieren seguir activos y atractivos para el público.

Reconocen que la comedia es la que le ha otorgado su indiscutible posición como los más taquilleros; sin embargo, determinan que es pertinente hacer algunos cambios a su registro y tratar de focalizarse en otro tipo de temas.

En esta ocasión han elegido la trama con moraleja cristiana (por un pedido del propio Raymond hacia Archie), para tratar llevar al público dominicano sus convicciones con respecto a su fe y asumiendo que el cine puede ser una ventana idónea para esto.

Aunque la exploración sobre el tema cristiano no es nueva en el cine local, pues el propio Raymond se había puesto tras la dirección de Archie cuando protagonizó “Cristiano de la secreta” (2009). No obstante, existen otras películas que poseen igual perfil como “De campamento” (2010) de José García; “Prisionera” (1998), “Jana” (2018), ambas de Federico Segarra y “Reinicio” (2017) de Jesús Villanueva.

El contenido de “Hermanos” no dista mucho de estos intentos realizados anteriormente donde se ha utilizado el medio del cine para expresar ciertas convicciones con respecto al sustento de la fe cristiana.

La historia se focaliza en la separación al nacer de dos hermanos que, al crecer en ambientes muy diferentes, uno, de nombre Juan Julio, se desarrolla como un hombre de bien y el otro, José, en un delincuente. Pero sus vidas se cruzan cuando en un intento de atraco realizado por José quien trata de robar a Juan Julio, este último queda en estado de coma.

Al notar el enorme parecido entre ambos, José decide usurpar y robar la identidad del Juan Julio mudándose con su familia señalando que tiene amnesia temporal.

La historia va en este sentido procurando utilizar la anécdota circunstancial sucedida entre ambos para ofrecer una serie de reclamaciones y evidencias que van mostrando paulatinamente la transición del personaje de José hacia la realidad cristiana.

Raymond y Miguel, al cambiar de registro actoral, se muestran presionados por ser convincentes en la exposición de sus personajes logrando solo algunos matices oportunos y dejando muchas otras posibilidades de mejoras en el camino.

El guión de Víctor Reyes y Archie López se concentra en solucionar una anécdota sin complicaciones y van por un objetivo claro el cual es rociado de pizcas de humor sin alejarse mucho de su objetivo primordial.

El resultado es un relato que es asumido con la idea de ofrecer un espacio para la reflexión que, en todo caso, no desmerita el valor que el público pueda otorgarle a este filme con su lección cristiana.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO

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