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De Sicilia a Santo Domingo (crítica)

SANTO DOMINGO.- No es de dudar que a cincuenta años del estreno de “El Padrino II” (1974), obra maestra dirigida por Francis Ford Coppola, su impacto tanto en la cinematografía mundial como en la experiencia de haberse elegido a la Republica Dominicana para el rodaje de varias de sus escenas más emblemáticas, su estudio todavía posee gran importancia por el valor histórico y social que este relato encierra en sí mismo.

Por eso, el documental “De Sicilia a Santo Domingo”, dirigido por Pablo Lozano, propone una reflexión profunda y reveladora sobre las resonancias históricas, culturales y cinematográficas que surgieron a partir del rodaje de algunas escenas de esta producción cinematográfica en el país.

Lozano recontextualiza este clásico del cine norteamericano al ponerlo en diálogo con la historia dominicana y el fenómeno mundial de la migración. Su propuesta documental se convierte en una meditación sobre el poder, el exilio y la memoria, explorando cómo las narrativas de la mafia italoamericana se entrelazan con las vivencias caribeñas.

Este documental vincula el relato cinematográfico de “El Padrino II” con procesos migratorios reales tal como en el filme de Coppola narra los orígenes sicilianos de la familia Corleone y su ascenso en los Estados Unidos, estableciendo cómo los inmigrantes italianos enfrentaron la marginalización y construyeron redes de poder en contextos adversos.

Narrado por Edwin Santana, quien también funge como guionista y entrevistador, y emulando una posición de Padrino dentro de un excelente trabajo de dirección artística por Adria Mejía quien recrea la oficina de Vito Corleone para el documental, una analogía que no es meramente anecdótica pues permite reflexionar y visualizar el contorno ambiental donde se produjeron las decisiones más trascendentales de los Corleone referentes a las estructuras de poder y los mecanismos de supervivencia familiar.

El documental articula entrevistas, archivos históricos y fragmentos cinematográficos inéditos de los detrás de cámara en la República Dominicana. A través de testimonios de personalidades dominicanas y extranjeras, historiadores, arquitectos, cineastas, críticos y cinéfilos, Lozano reconstruye el impacto simbólico que tuvo la presencia de la producción hollywoodense en territorio dominicano donde se recreó la Habana de los años 50.

El hecho de que una película tan icónica como “El Padrino II” utilizara locaciones dominicanas para representar Cuba en plena Revolución, plantea cuestiones sobre la representación, la identidad y cómo el cine estadounidense ha explotado paisajes caribeños para sus propias narrativas.

Un aspecto destacado del documental es su análisis sobre el legado. Al igual que Michael Corleone en “El Padrino II” enfrenta las consecuencias del legado de su padre, esta producción fílmica reflexiona sobre los legados migratorios y cinematográficos que pesan sobre la conformación de las identidades sociales.

“De Sicilia a Santo Domingo” es una obra que trasciende lo anecdótico del rodaje de “El Padrino II” para convertirse en un ensayo fílmico sobre identidad, capitalismo y migración. Pablo Lozano propone una lectura crítica de la historia reciente del Caribe, utilizando el cine como una herramienta para examinar la herencia de las narrativas hegemónicas y su impacto en contextos periféricos.

Lo que puede dejar establecido este documental es la idea de que el pasado sigue vivo, y que la historia del Caribe no puede desligarse de los relatos de poder que circulan en la cultura popular global, especialmente en el cine.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO

Título original: De Sicilia a Santo Domingo. Año: 2025. Género: Documental. País: República Dominicana. Dirección: Pablo Lozano. Guion: Pablo Lozano, Edwin Santana. Elenco: Participación: Edwin Santana, T.J. English, Antonio Monda, Ciro Bianchi, Lou Di Palo, Zenaida Méndez. Duración: 1 hora 40 minutos 

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Narrado por Edwin Santana, quien también funge como guionista y entrevistador, y emulando una posición de Padrino dentro de un excelente trabajo de dirección artística por Adria Mejía quien recrea la oficina de Vito Corleone para el documental, una analogía que no es meramente anecdótica pues permite reflexionar y visualizar el contorno ambiental donde se produjeron las decisiones más trascendentales de los Corleone referentes a las estructuras de poder y los mecanismos de supervivencia familiar.
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Felix Lora

Felix Lora

Periodista, crítico de cine, catedrático e investigador

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