Cine dominicano 2014, un mercado que (a pesar de todo) progresa
SANTO DOMINGO.- A partir de la promulgación de la Ley para el Fomento de la Actividad Cinematográfica en la República Dominicana (Ley 108-10), todo el panorama audiovisual en el país cambió de una forma radical.
De esos pequeños atisbos de realización se ha pasado a una producción constante y determinada para crear, cada vez más, un mercado nacional para el producto fílmico dominicano.
El 2014 ha servido como un año base para apuntalar aquellos cimientos que se necesitan para construir verdaderamente una industria local cinematográfica, que cumpla con la cuota de demanda en el territorio nacional y que, por demás, se logre la exportación de los filmes dominicanos hacia otros mercados internacionales.
Por esto, este año, la diversificación de los géneros ha sido la mayor registrada en toda la historia del cine dominicano, experimentando en el drama histórico, suspenso, thriller, biográfico, en los 19 largometrajes exhibidos, asumiendo que la comedia es el producto nacional de mayor garantía del éxito en la pantalla, aunque eso está cambiando.
Comedias, simulaciones y otras maneras de hacer reír
Dentro de las producciones cinematográficas dominicanas del 2014, es importante destacar el papel que continúa desempeñando la comedia. Este género en sí es el que mejor se ajusta al gusto del público local que cada vez demanda la mejoría de su calidad argumental.
Algunos filmes apuntaron a mejorar este factor, aunque algunos todavía no superaron la barrera de lo medianamente aceptable, quedándose en un intento por hacer reír.
Ejemplo de esto se puede notar en “Vamos de robo” la cual juega un juego de comedia que lamentablemente traiciona la misma apreciación que uno pueda tener de filmes de este género hechos en República Dominicana. Su trama evoca la falta de interés de superar los escollos que han retrancado la evolución de las mismas, con situaciones absurdas y diálogos terriblemente repetitivos hasta el cansancio. Roberto Ángel Salcedo no ha podido todavía superar estas barreras.
“El pelotudo” es otro ejemplo de hacer cualquier historia sin importar lo que se deje en el camino. No va por ningún sentido loable de establecer un producto con la más mínima calidad argumental y artística. La idea inicial de Raymond Hernández, Jr., dominicano radicado en USA y con algunas experiencias en el ramo, parte de una situación que desde un principio se sabía que no iba a funcionar. Intento desfavorecido de Hernández, Jr., quien no garantiza nada de lo planteado en esta comedia y deja un flaco panorama para el aporte sobre el género en el país.
No obstante, otros filmes de comedia apostaron a una mejor dinamización del género, aportando nuevas formas para entretener al público.
“Lotoman 003: volando bajito”, exitosa trilogía de Lotoman, producto particular en el cinema dominicano, tiene su valor formal en el trabajo de Miguel Céspedes y Raymond Pozo y no en el relato que ha sustentado estas tres producciones.
Si se estudia lo que ha sucedido en el devenir de la historia misma, se demuestra que su periplo ha sido admitido con una sola fórmula argumental, la que se justificó cuando Modesto y Manuel se convirtieron en millonarios gracias a juego de la Loto.
Archie López recurre a todos los recursos que caracterizan este tipo de películas, sustentándose en la más emblemática serie del género: James Bond. De esta manera construye un panorama contextualizando algunos aspectos, pero reduciendo su originalidad sin importar que tanto funcione o no.
En el caso de “Quiero ser fiel” esta responde a una nueva visión de sacar el género del empantanamiento en que se encuentra para diseñar una mejor estrategia que produzca viento fresco en el medio.
Aunque es una comedía que funciona más por el guión que por la dirección, en este caso, de Joe Menéndez que, por contar con un buen material, trata de solucionarse a sí misma para no defraudar al público.
Con “El que mucho abarca” el director Ronni Castillo y el guionista Daniel Aurelio, quizás una dupla que tendrá mucho éxito en el panorama cinematográfico dominicano, ha vuelto a repetir la fórmula de las comedias románticas propuesta anteriormente en “¿Quién manda?”. Sin inventar dentro del género, pues se va por una fórmula segura, “El que mucho abarca” sostiene una nueva corriente dentro del cinema criollo que, seguro, continuará rindiendo buenos frutos.
“De pez en cuando” de Francisco Adolfo Valdez y Humberto “Che” Castellanos, ha arrojado buena escarcha a la pista con su comedia que denota una actitud diferente frente al género y un mejor rigor al momento de plantear la historia.
La misma se maneja dentro de un universo cotidiano y adecuadamente diegético. Donde sus personajes y las situaciones, a las que se tienen que enfrentar, se cohesionan en una narrativa funcional.
En “Un lío en dólares” nuevamente el cine dominicano se está expresando a través de la nueva generación que también le corresponde su cuota de aporte al mejoramiento de la calidad de los filmes de factura criolla.
Entre los representantes de esta generación se encuentra Francis Disla (El Indio) quien ya había experimentado con un género poco fiable en el país, como el terror, para presentar su opera prima titulada “El hoyo del Diablo” (2012). Ahora recurre a la comedia como una forma de asegurar cierta garantía con el público, pero a la vez haciendo un aporte significativo a este género.
Disla, junto a otros compañeros que compartieron con él la escritura de este guion, demuestra que la funcionalidad de la comedia está en la ejecución de las acciones y no tanto en la chabacanería de los diálogos. Su introducción es efectiva pues se prepara inmediatamente con unos gags visuales teniendo a Fausto Mata como soporte principal, aunque las responsabilidades están repartidas en distintos personajes que van introduciéndose sobre la marcha.
Esta comedia, sin ser perfecta, reivindica algunos sustos y decepciones que se ha tenido en este año que se espera estimule a otros a seguir mejorando este género.
Y “No hay más remedio” de José Enrique Pintor, la cual se apoya en el trabajo de veteranos actores dominicanos para revelar una historia con tintes de bastante humor negro, se convirtió en la propuesta con mejores intenciones de apostar por un cine diferente y regalarle a la comedia y el drama sus mejores momentos en el cine dominicano.
El drama y la acción toman su paso
La diversificación temática ha favorecido la actitud de ampliar el espectro cuantitativo de las producciones en República Dominicana, aunque la calidad es otro tema para mejorar.
“Duarte, traición y gloria” de Leo Silverio se une a aquellos filmes que han intentado hacer una aproximación a algún punto epocal dentro de la historia política y social del país, donde personajes y hechos han confluido dentro de un discurso que poco ha dejado de valor fílmico.
Esta película se focaliza en la figura de Juan Pablo Duarte para reflejar el matiz de una figura que todavía gravita en el pensamiento social dominicano. Su puesta en escena deja claro los pocos recursos con que contaba esta producción. La hoy Ciudad Colonial se convirtió en su escenario más utilizado.
Por otro lado, si de readaptaciones se trata el filme francés “L´e etrangere” que produjo Sergio Gobbi en 1968 ha servido como base fundamental para readaptar su historia y contextualizarla en suelo dominicano. Con “La extraña” el realizador dominicano radicado en Puerto Rico César Rodríguez (Ruido, 2006) empieza a caminar tratando de figurar un thriller con tintes psicológicos y evitando no develar algún aspecto intruso que pueda echar todo a perder. Pero su resultado dejó muchas incógnitas por aclarar.
Siguiendo el patrón de thriller, “Despertar” le ha servido a José María Cabral volver a intentar con una nueva producción cinematográfica que, a diferencia de la anterior, ha podido saltar la valla y ofrecer un producto digno e interesante.
Cabral se decanta, esta vez, por la unificación del Thriller y Ciencia-Ficción, dos géneros que en el transcurso de la
historia del cine han podido convivir satisfactoriamente. La verdad es que “Despertar” es una reivindicación de un realizador que está construyendo su carrera en base a una formación académica el cual tendrá, cada vez, que esforzarse para dejar una huella de calidad en este cinema nuestro.
“Al sur de la inocencia” de Héctor Manuel Valdez, después de haber experimentado con un par de cortos El Fallo (2009) y 729 (2011), busca la mejor manera de presentar credenciales en el largometraje con un “road movie” el cual tiene el sur de la República Dominicana como parte protagónica del filme.
Manuel Valdéz es parte de esa nueva camada de realizadores que están en la carrera por definir un estilo propio. Por esto tendrá que continuar explotando temas y variantes de género, porque esa será una de las maneras para avanzar en los aportes que puede entregar a este cine criollo.
“Código Paz” viene a ofrecer otro tono de la acción en el cine local donde su director Pedro Urrutia tuvo su interés es
narrar un relato enfocado en la acción y el drama, sin importar las consecuencias de su funcionalidad estructural.
La experiencia de Urrutia dentro del campo del videoclip ha sido aprovechada para dar el salto hacia el largometraje de ficción con una cierta garantía de resolver los escollos que esto implica. Junto a Luís Arambilet en el guión, “Código Paz” se posiciona en un contexto urbano matizado por la intriga y la corrupción con una muy bien lograda la utilización de los efectos visuales que componen una textura definida aún más por el montaje dinámico.
Procedente del Costa Rica, la realizadora Erika Bagnarello, vino a República Dominicana para realizar su primer largometraje de ficción: “Primero de enero”, con la garantía que ofrece el país en materia de la ley de cine.
La construcción que exhibe Bagnarello es la de presentar el propósito del viaje, el “road movie” que servirá para que cada uno de los personajes involucrados, aprenda algo, existencial o no, que le ofrezca una nueva visión de la vida.
La dirección artística y algunos elementos de su escenario se mezclan en una intención poco entendida. De todas formas “Primero de enero” no suma ni resta a lo que se está desarrollando en el cine dominicano, es tan solo una parte de un largo proceso que falta por completar.
Con “Locas y Atrapadas” Alfonso Rodríguez utiliza la interiorización de sus personajes femeninos para hablar de muchas cosas como la violación y los maltratos físicos y psicológicos.
Su relato marca un devenir de confesiones de mujeres donde el escenario claustrofóbico del ascensor, en la que sus personajes son obligados a permanecer por un largo período, sirve de confesionario y de interiorización hacia los más viscerales momentos en la vida de cada una de ellas. Aunque su realización toma su mejor lado, algunos problemas en la construcción de algunos personajes y de los diálogos dejan un desbalance narrativo.
La esperada producción “María Montez” protagonizada por Celinés Toribio intentó obtener el beneplácito de la
audiencia contando la historia de la primera mujer dominicana en entrar al Parnaso de Hollywood.
Un filme con un nivel de producción digno de subrayar que posiblemente sea, entre los títulos del género histórico producido en el país, el que más cuidado posee.
Y con “339 Amín Abel Hasbun: memoria de un crimen, Etzel Báez, periodista y guionista, ha intentado hacer un ejercicio cinematográfico extrayendo un significativo hecho en la vida del quien fuera secretario general de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) y delegado estudiantil al Consejo Universitario, el ingeniero Amin Abel Hasbun. Un filme que busca respuestas cinematográficas sobre la base de importantes hechos sociales acontecidos en el país.
“Salsa” para un documental
“Yo soy la Salsa” fue el único producto documental que logró posicionarse en la pantalla grande de manera comercial. Relatando de manera breve el nacimiento del movimiento musical más importante de todos los tiempos que le dio el carácter internacional a la salsa: la Fania All Stars, y de hacer un homenaje al músico Johnny Pacheco, Manuel Villalona, en la dirección y co-escritura y Enrique Soldevilla en el guión, abordan la trama de una manera adecuada, teniendo un balance esencial entre ambos temas.
Acertada está la posición de introducir el discurso alegórico a través de la dramatización que, sin prejuicio del texto, logra visualizar a un Pacheco nostálgico, trabajo a cargo del actor Danilo Reynoso quien limita a desdibujar al personaje en cuestión dándole una ritualidad específica a su actuación. “Yo soy la salsa” es un trabajo que cumple con los motivos para lo cual fue creado y un referente del impacto de un género y de un personaje que aportó a su gran expansión.
Muestras, festivales, eventos y una “Silla” para la industria
Dentro de la ampliación de ofertas temáticas sobre la exhibición cinematográfica en el país se pudo inaugurar, el 13 de febrero, el Primer Festival Internacional de Cine Documental de República Dominicana y el Caribe. El mismo sirvió como escenario para la proyección de seis documentales criollos, realizados en el 2012 y 2013, los cuales compitieron en la selección oficial de 40 documentales (27 largometrajes y 13 cortos) de 18 países, donde el filme dominicano “Blanco” de Melvin Durán ganó el primer lugar.
El 6 de marzo se inauguró en la Cinemateca Dominicana la quinta versión del Festival Internacional Mujeres en Corto (Femujer) donde unas 20 mujeres participaron en este encuentro cinematográfico que busca proyectar el papel de la mujer en el cine.
En el mismo se exhibieron cortometrajes, nacionales e internacionales y con la participación de los profesionales Amelia del Mar, en el Taller Conversatorio, el Guion Básico, Mayereni Morel y Josean Jacobo en La Música para el Cine y Jazmín Mercedes, en la Dirección Escénica.
También el 3 de abril se realizó el Primer Festival Internacional de Cine Independiente de Santiago (IFFIC), organizado por la Alianza Francesa de Santiago y el Palacio del Cine de Terra Mall y contó con la participación de largometrajes provenientes de Alemania, Francia, Italia, España, Estados Unidos, Burkina Faso, Congo, entre otros países.
La Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo llegó a su décimo sexta versión en su inauguración el primero de mayo, en las salas de cine Fine Arts Cinema Café at Novo Centro, con una cartelera de alrededor de cuarenta películas de más de veinte países que fueron visionadas en las diversas secciones del festival, como la Sección Oficial, la Sección Opera Prima, la Sección Informativa, además de “Miradas Diversas”, que se incluye este año.
El 24 de julio fue inaugurado el IX Festival Internacional de Cine Infantil Santo Domingo 2014 en el Palacio del Cine Bella Vista Mall y que se extendió hasta el 30 de julio con la entrega del premio “Margarita de Oro”.
La programación del festival también incluyó un ciclo temático y formativo con charlas, encuentros y un panel sobre el cine como recurso educativo, en el que intervinieron los cineastas dominicanos Juan Basanta, Bladimir Abud, Tanya Valette, Fiora Cruz, Félix Manuel Lora y José D’ Laura.
El 10 de septiembre la Global Foundation for Democracy and Development (GFDD) y su institución hermana en la República Dominicana, la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), celebraron la IV Muestra de Cine Medioambiental Dominicana en un evento de cinco días de duración donde presentaron 37 películas, incluyendo producciones dominicanas, cortos, largometrajes y producciones de GFDD relacionadas con temas ambientales y de desarrollo sostenible en 10 ciudades del país.
El 11 de noviembre se inauguró la VIII edición del Festival de Cine Global Dominicano con la proyección de la película “Dólares de arena”, de los realizadores Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas.
El festival trajo al país 96 producciones, entre largometrajes, documentales y cortometrajes, en una lista que incluyó 11 de las representaciones a los Premios Oscar en el renglón de Mejor Película Extranjera.
El FCGD tuvo a México como país invitado de honor y contó con la presencia de la gran actriz Geraldine Chaplin, protagonista de la producción proyectada en la sala Carlos Piantini.
También la Cinemateca Dominicana fue el escenario, el 26 de noviembre, para la inauguración de la quinta versión del Festival Internacional de Cine GLBT Santo Domingo OutFest 2014, que inició con la película brasileña “Hoy quiero volver solito”.
En el evento se exhibieron 51 producciones cinematográficas de 15 países en lo que se incluyeron países como Brasil, país invitado de honor. República Dominicana que estuvo representada en 22 largometrajes y 29 cortos y mediometraje de temática que abordan la realidad de la comunidad de personas Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales y Transgéneros (GLBT).
A estos eventos se le suma la premiación que, por segundo año consecutivo, realizó la Asociación de Profesionales de la Industria del Cine (ADOCINE) el primer galardón que organiza la entidad a favor de la industria del cine dominicano, cuya gala se realizó en el Palacio de Bellas Artes y realizada en el marco del Festival de Cine Global Dominicano, siendo el filme “Código Paz” el más galardonado. También fueron reconocidos por su trayectoria, los actores Salvador Pérez Martínez y Pericles Mejía. De igual modo recibió un premio especial Pedro de Jesús por su labor en la industria.
Y la conferencia dictada en el país por el afamado director norteamericano Oliver Stone, actividad realizada el 28 de noviembre en las instalaciones del Auditorio del Banco Central. En la conferencia, la cual llevó por título “El maestro del cine: Oliver Stone”, el director compartió con los presentes su experiencia en el mundo del cine hollywoodense.
Un “minuto” por la patria
En el 2014 también se promovió un evento que aglutinó la presencia de talentos jóvenes para la realización de cortometrajes con el tema de la figura de Juan Pablo Duarte, promovido por el realizador Etzel Báez. De esta manera, la Cámara de Diputados auspició el Festival del Minuto Juan Pablo Duarte y se premiaron las seis mejores propuestas, siendo el ganador del primer lugar Luis Corporán Pérez, con su corto “El Juramento” le siguieron Alejandro Hiraldo con “La Patria Dormida”; Raúl Sandoval, con “El Sueño de Duarte”; Kamal García, con “La artista”; Félix José Vargas, con “Juan Pablo” y Karla Sepúlveda, con “Por Siempre”.
Más espacios para el cine
A pesar de que en enero del 2014 las cinco salas del recinto Malecón Center Cinemas ubicado en el edificio Malecón Center en la avenida George Washington, cerraron sus servicios al público por problemas de rentabilidad, en otros puntos de la ciudad capital y en el interior del país las ofertas crecieron como la inauguración de las salas de cine Cinemas Pop en Playa Dorada, Puerto Plata, propiedad del empresario José Daniel Jiménez.
En abril se estrena la sala cinco del complejo Fine Arts de la empresa Caribbean Cinemas. La apertura se realiza con la inauguración de la XVI edición de la Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo. Así como también esta empresa ya había anunciado que sus 16 complejos cinematográficos de exhibición en el país que posee la cadena, iniciaron su operación en formato Digital HD.
Por su lado, el Ministerio de Cultura, Caribbean Cinemas y Coca Cola inauguraron en el mes de marzo Cine Libre, un programa con el objetivo de llevar el cine a las comunidades del país donde no existen estructuras para proyecciones cinematográficas. La actividad es inaugurada con la proyección de la película “La Montaña” de Tabaré Blanchard.
Mientras la cadena de cines Palacio del Cine inauguró, en el mes de julio, su nueva sala con tecnología IMAX en la sala 1 de Blue Mall.
Con el fin de contribuir al creciente desarrollo del cine dominicano desde la perspectiva actoral, se inauguró el Actors Development Acting Academy, una escuela de actuación para cine. Las instalaciones de la escuela se ubican en el primer nivel de la plaza comercial, Diamond Mall y es presidido por el actor Edward Madera.
Y para agosto el crítico de cine Orlando Santos lanzó su programa de radio especializado en cine, “Primera Toma”. El programa se transmite todos los sábados de 12:00m a 1:00 p.m., por Fidelity 94.1fm., y con el acompañamiento de Annina Rodríguez, Eileen Glass y Pavel González.
Taquilleras de las salas
La Dirección General de Cine (DGCINE), a través de su departamento de Sistema de Información y Registro (SIRECINE) publicó los números de aquellos filmes dominicanos que han alcanzado las mejores cifras en materia de recaudación de taquilla de este año 2014. En este listado la comedia “Vamos de robo” ha sido la más favorecida con un total de 367,840 boletas vendidas para una recaudación de $60 millones, 780 mil, 765 pesos.
Mientras que “Lotoman 3” vendió un total de 248,575 boletas para una recaudación de $42 millones, 959 mil, 795 pesos. La tercera posición es para el filme “Un lío en dólares” la cual vendió 148,761 boletas obteniendo $25 millones, 404 mil, 47 pesos. Y el cuarto lugar es para el drama “Locas y atrapadas” la que vendió 87,230 boletas alcanzando $16 millones, 074 mil, 895 pesos de beneficios.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
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