Sin tiempo para morir (crítica)
SANTO DOMINGO.- Cada actor que ha interpretado al famoso agente secreto creado por el escritor Ian Fleming, ha tenido ciertas dificultades para despojarse del traje que le ha costado sangre y sudor en la pantalla y el caso de Daniel Graig no ha sido la excepción.
Después de protagonizar cinco episodios de la serie como han sido “Casino Royale” (2006), “Quantum of Solace” (2008), “Skyfall” (2012), “Spectre” (2015) y la actual “No Time to Die” (2021), Graig se despide con nostalgia y agobio a la vez, cuestión que le costará varios años volver a la normalidad en su carrera.
En su debut en “Casino Royale”, demostró su habilidad para insertarse dentro de un arquetipo de personaje que no le ofrecía mucha creatividad, pues la construcción de este modelo de masculinidad, elegante pero machista, parecía ser un trabajo que no le iba a favorecer.
Hoy en día, y tras su despedida, Graig ha tomado conciencia de que no importa lo que haya demostrado en la pantalla, lo importante es su convicción de su aporte a mantener vivo a un personaje de referencia singular para el mundo del espionaje y la intriga en la ficción cinematográfica.
Tras un prólogo casi crepuscular, cuando Bond visita la tumba de su amada Vesper Lynd, y de unos créditos y canción que quedará en el listado de los más anodino de la serie, “Sin tiempo para morir” arranca con un ritmo sin demoras injustificadas desplegándose por un recorrido que intenta hacer progresiva cada escena de la misma.
Bond ha dejado el servicio secreto y está disfrutando de una vida tranquila en Jamaica. Pero su calma no va a durar mucho tiempo pues su amigo de la CIA, Félix Leiter (Jeffrey Wright), aparece pidiéndole ayuda para detener a un misterioso villano que realiza una amenaza mundial con una nueva y peligrosa tecnología.
La premisa de James Bond, melancólico y retirado del mundo, que se ve obligado a volver al servicio activo a causa de una nueva amenaza planetaria, es la redundancia que “Skyfall” intentó resolver.
Los minúsculos propósitos de este episodio buscan en los entresijos de la misma trama establecer su propia función a través ‘set pieces’ espectaculares que se han diseñado como una manera de seguir la línea de acción que ha caracterizado a la franquicia.
Mientras Bond intenta retener el mal y al villano, una serie de acciones se despliegan sobre la marcha en la que una nueva agente 007 de nombre Nomi (Lashana Lynch) se sintoniza con las motivaciones del antiguo Bond para ayudarle en su regreso.
Mientras que apariciones puntuales como la de Blofeld (Christoph Waltz), quien se roba algunos momentos en la pantalla como si fuera un sarcástico Hannibal; Ana de Armas como la agente Paloma quien, en la secuencia de Cuba, ofrece un carisma singular o el villano de turno Rami Malek como Lyutsifer Safin, intuye su importancia dentro de la trama, aunque no pudo despojarse de ciertos manierismos que le traspasan su actuación.
Cary Joji Fukunaga (Beast of No Nation, 2015) asume los riesgos de llevar este episodio hacia una plataforma que cumpla con todos los requisitos de la idea que siempre ha motivado al agente secreto a desarrollar sus acciones, aunque la conciencia misma de este personaje, busque otras justificaciones.
Frente a esto Fukunaga le deja a Graig la opción de despedirse a través de un sacrificio que intenta esclarecer las virtudes y las debilidades que han perseguido al personaje a través de toda su historia.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: No Time to Die. Año: 2021. Género: Acción/Aventura. País: UK. Dirección: Cary Joji Fukunaga. Guion: Neal Purvis, Robert Wade, Cary Joji Fukunaga, Phoebe Waller-Bridge. Personajes: Ian Fleming. Historia: Neal Purvis, Robert Wade, Cary Joji Fukunaga. Elenco: Daniel Craig, Rami Malek, Léa Seydoux, Lashana Lynch, Ralph Fiennes, Naomie Harris, Ana de Armas, Christoph Waltz. Duración: 2 horas 43 minutos
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