Por eso vengo al río (crítica)
SANTO DOMINGO.- La migración es un tema recurrente en el plano del documental social. Sus vertientes son tan amplias como amplias son las implicaciones que se desarrollan en los discursos que toman esas historias donde las familias son separadas por las decisiones de buscar un mejor futuro distante al lugar donde se ha nacido o se pertenece.
Una de estas aristas es lo que se desarrolla en el documental realizado por el dominicano Fernando Blanco, “Por eso vengo al río”, un documento que retrata de manera justa y directa la riqueza estética, la coherencia discursiva y humana de una historia sobre la separación y la esperanza.
El documental plasma la historia de Sintia, una mujer dominicana que en 1982 decide migrar hacia el Medio Oriente, a Siria, escapando de la crisis económica de República Dominicana de ese momento.
A pesar de las barreras culturales y el idioma, Sintia trata de desenvolverse lo mejor posible a través de trabajos menores, los que le permitía su condición de inmigrante. Allí conoce a Bashir, se casan y tienen un hijo, Ghassan. Pero su vida cambia drásticamente cuando estalla la guerra civil en Siria. Esto la obliga a volver a República Dominicana y dejar atrás a su familia.
Después de 30 años Sintia sigue pagando el precio de la guerra con la separación aún de su familia, pues no ha podido lograr conseguir los papeles necesarios para que su esposo y su hijo se reúnan con ella en el país.
Todo este periplo es contado por la misma Sintia, protagonista central de la historia, pero también por su familia en República Dominicana y por la familia de su esposo en Siria. Este paralelismo narrativo va entremezclándose a través de un espacio de profunda manifestación entre los personajes que Blanco toma su tiempo para abordarlos.
A través del guion junto a Ramón Alfonso Peña y Alberto Ponce, y la producción de Iván Herrera, William Ogando, Alexander de la Rosa y Gabriel Tineo, y la dirección de fotografía de Tito Rodríguez, el documental va adquiriendo un perfil humano que logra esa perfecta armonía entre lo narrado y el retrato personal de cada uno de los testimoniantes que otorgan un momento de sus vidas para que el espectador sea testigo de un relato emocional y revelador.
Aunque Blanco no profundiza en las implicaciones del contexto social y político de la guerra y de las posiciones de las autoridades del porqué de la situación de Sintia, su misión va por un camino más personal en que se deja caer que estas implicaciones políticas son las que gravitan en la situación de la protagonista.
Con un lenguaje y montaje pausado el documental recorre sus distintos espacios y momentos que permiten al espectador sentir los anhelos de Sintia de poder reunirse nuevamente con su familia y las esperanzas de Bashir de volver a ese río en Siria que le recuerda siempre a ella, pues esta historia aún no ha concluido.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: Por eso vengo al río. Año: 2023. Género: Documental. País: República Dominicana. Dirección: Fernando Blanco. Guion: Fernando Blanco, Ramón Alfonso Peña, Alberto Ponce. Elenco: Participación: Bashir Mohamed Al-Sankary, Ghassan Al-Sankary, Lalía González, Daina Then, Inoel Then, Kiko Then, Nacho Then, Sintia Then, Yolanda Then. Duración: 1 hora 17 minutos
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