Los Asesinos de la Luna (crítica)
SANTO DOMINGO.-El realizador neoyorkino Martin Scorsese después de un pasar de temas y estilos, ha llegado a una madurez profesional que le permite ser una especie de monje tibetano caracterizado por la paciencia, el silencio y la aceptación.
Y esta trayectoria de sabiduría alcanzada ya a sus 80 años, es un peso de vida que se transmite a sus revelaciones argumentales como es el caso de “Los Asesinos de la Luna” (Killers of the Flower Moon), una adaptación que realiza junto al guionista Eric Roth (Forrest Gump).
El libro, escrito por David Grann, es una pieza de historia, un turbador True Crime que descubre una de las conspiraciones más monstruosas de la tradición de Estados Unidos, cuando se descubre petróleo en la Oklahoma de los años 20, bajo las tierras de la nación Osage, desatando un espiral de violencia, un genocidio silencioso, en esta comunidad indígena en la que sus miembros empiezan a morir y a desaparecer en extrañas circunstancias.
Aquí la familia de una mujer Osage, Mollie Burkhart (Lily Gladstone), se convierte en un objetivo principal siendo el foco esencial en la historia cinematográfica en la que Scorsese detalla cada fragmento de vida y como las conspiraciones se muestran a la orden del día.
También la historia se enfoca en dos personajes primordiales, Ernest Burkhart (Leonardo Di Caprio) que, tras volver de la guerra, llega hasta las tierras de los Osage donde vive su tío William Hale (Robert De Niro), quien se muestra como una especie de protector y compasivo hombre dentro de la comunidad, pero quien representa la avaricia y la degradación moral reafirmando el pensamiento social de la época en que muchos estadounidenses buscaban el poder y el dinero a toda costa.
Scorsese deconstruye el sueño americano en un filme que no rehúye de la esencia de su filmografía, dotada de temas como la violencia como recurso de poder o el juego de la ética y la moral entre sus personajes, véase “Goodfellas” (1990), “Casino” (1995), “Gangs of New York” (2002) o “The Irishman” (2019). Así, de una manera lacerante y tramoyista, propone un cuadro al revés sobre las intenciones de una nación que se forjaba como una de las más progresista del hemisferio, pero con muchos lados oscuros en su devenir.
Caracterizado, quizás por muchos, por un excesivo metraje, el director no sucumbe a los posibles desgastes narrativos y reparte muy bien los giros dramáticos en cada acto, determinando un equilibrio de estructura que se desliza sin inconvenientes entre los personajes y las acciones, dejando en las convicciones del texto de la novela y los vuelcos que se ofrecen, una aguda reflexión histórica.
Rozando el género western “Asesinos de la Luna” es un portentoso drama que lacera las heridas de una Norteamérica de juicios y pecados a través de la codicia y donde el maestro Martin Scorsese expone su mejor ojo crítico.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: Killers of the Flower Moon. Año: 2023. Género: Drama. País: USA. Dirección: Martin Scorsese. Guion: Eric Roth, Martin Scorsese. Libro: David Grann. Elenco: Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Lily Gladstone, Jesse Plemons. Duración: 3 horas 26 minutos
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