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La historia de la ARRI en América Latina

Peyi Guzman durante la filmación de Perico Ripiao. Foto: Fuente externa.

Argentina, Brasil y México han mantenido largas y documentadas historias en el mundo del cine. Durante su apogeo a mediados del siglo XX estos países apoyaron una floreciente industria cinematográfica con la producción de cientos de prominentes trabajos.

Antes de encontrar su propia voz, los filmes europeos habían inspirado a estos realizadores latinoamericanos. Tradicionalmente los largometrajes más comerciales de Hollywood se mantuvieron fuera de las salas de cine. Sin embargo, se sigue aceptando la intervención del estado en el mantenimiento de la historia y la cultura de un cine nacional. Incluso gobiernos electos democráticamente imponen límites a las distribuciones de filmes extranjeros dentro de sus fronteras.

La evidencia de la aparición de equipamiento ARRI en la región se remonta a más de 60 años atrás. Los equipos de rodaje locales a menudo se enteraban de la calidad y la robustez de los equipamientos al trabajar con ellos fuera de sus países. Al retornar a casa llevaban de regreso con ellos cámaras y dispositivos de iluminación. Lo que es más importante, los cineastas se llevaban con ellos conocimientos sobre la cinematografía y sobre la última tecnología en uso. Seguimos viendo una dinámica similar hoy en día, con un giro de siglo XXI.

En aquellos días, los emprendedores viajaban a Alemania, compraban luces ARRI de segunda mano y volvían con ellas a sus países para alquilarlas. No importaba que fuera equipamiento usado: el mercado estaba fascinado de contar con él. Era difícil obtener buen equipamiento en estas remotas tierras.

Las producciones extranjeras se veían seducidas por las locaciones exóticas. Aprendieron a sobrellevar los muchos desafíos que tales entornos presentaban. El director de cine alemán Franz Eichhorn viajó a Brasil allá por 1950 con su equipo y cámaras ARRIFLEX para filmar el Amazonas. “Hay muchas historias muy locas que no se han contado”, relata su nieta Sybelle Urban, “entre ellas el incidente en el cual casi los arrastró el agua mientras intentaban filmar el famoso Fenómeno Pororoca, olas que se forman cuando la marea oceánica entra en las aguas del río Amazonas. El equipo subestimó el poder de las olas, se acercaron demasiado a la ribera del río y literalmente debieron correr por sus vidas”.

Agrega, “En un período de más o menos ocho años hubo un total de tres excursiones a la región Amazónica y en el tercer viaje en 1955 el equipo alemán fue arrestado por la Policía Federal Brasilera y enviado a Río. Posteriormente, en Río mi abuelo dirigió algunos largometrajes, de los cuales el más famoso fue AS TREZE CADEIRAS, que le valió el premio al Mejor Director en el Festival de Cine Governador do Estado de São Paulo en 1957”. Eichhorn se quedó en Río y más adelante fundó Eurobras, la compañía que hasta el día de hoy sigue representando a ARRI en Brasil.

En los años 60 y 70 el cameraman Fucho Musitelli fue uno de primeros, si no el primero en utilizar cámaras ARRIFLEX en el área del Río de la Plata, entre Uruguay y Argentina. En 1966 también se convirtió en representante de ventas de ARRI. Hasta ese momento los equipamientos debían ser adquiridos e importados directamente desde Munich. No sería hasta 1994 en que se establecieron conexiones con ARRI en los Estados Unidos. Hoy en día los nietos de Fucho Musitelli llevan adelante un negocio de alquiler de equipamiento de primera categoría en Montevideo, que lleva su nombre. La marca ARRI sigue siendo su buque insignia.

Las cámaras analógicas se venían utilizando en Colombia a inicios de 1980 para capturar los nuevos segmentos de Cine Revista que se exhibían en las salas de cine. Se rodaban con la ARRI II C, una cámara sencilla, el caballito de batalla que realmente colocó a ARRI en el mapa. El procesamiento de los negativos y post todavía debían completarse en Nueva York dado que no había laboratorios locales.

Efraim Cárdenas de Congo Films en Bogotá relata: “La primera ARRI III con montura de bayoneta llegó allá por 1984. Le siguieron más cámaras y a fines de los 80 comenzaron a aparecer un par de cámaras con montura PL”. Hoy se puede encontrar todo lo último en equipamiento de la más alta calidad en producción digital en las casas de alquiler a lo largo y ancho de la región.

En 1985 el Oscar a Mejor Película Extranjera fue para una producción argentina, LA HISTORIA OFICIAL, de Luis Puenzo. Félix Monti, el aclamado director de fotografía argentino, rodó el filme con cámaras ARRI.

Más cerca en el tiempo se utilizaron cámaras ARRI SR III en la República Dominicana para capturar filmes como el popular PERICO RIPIAO. Según Ruben Abud de Kcettes Pro, PERICO RIPIAO ha sido el filme más exitoso del país y un éxito de taquilla para el director Ángel Muñiz y el director de fotografía Peyi Guzmán. Con el incremento de la calidad del trabajo, el aumento en la disponibilidad de equipos capacitados y las nuevas instalaciones en Pinewood Dominican Republic Studios, la producción fílmica en esta pequeña nación caribeña sigue en rápido crecimiento.

Durante los pasados 100 años ARRI ha sido decisivo en dar forma a la industria fílmica en América del Sur y el Caribe. La oficina para América Latina, con sede en Florida, ha crecido considerablemente. El equipo comprende actualmente ventas, marketing y relaciones con los clientes y se apoya en una sólida red de distribuidores.

Más aún, en Sao Paulo se ha establecido recientemente ARRI Brasil como el Primer Servicio Técnico de Cámaras ARRI en América Latina. En la actualidad continuamos la misma tradición de soporte para el territorio a través de estas dos oficinas.
Fuente: ARRI Global Website

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