La habitación de al lado (crítica)
SANTO DOMINGO.- Basada en la novela “What Are You Going Through”, de Sigrid Núñez, escritora estadounidense ganadora del National Book Award for Fiction de 2018, “La habitación de al lado” es la historia de dos viejas amigas que reconectan cuando una está al borde de la muerte y elige la otra para que la acompañe en esta etapa.
Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton) fueron muy amigas en su juventud que una vez compartieron hasta el mismo amante en distintas épocas de sus vidas (interpretado por John Turturro). Ambas trabajaban en la misma revista, pero Ingrid acabó convertida en novelista y Martha en reportera de guerra y con una relación conflictiva con su hija.
Este primer largometraje rodado íntegramente en inglés de Pedro Almodóvar tiene varias circunstancias que pueden parecer muy cercanas a las apetencias del director, pero a veces alejadas de los contornos estéticos que el mismo realizador está acostumbrado dentro de este mundo cinematográfico en su idioma original.
El filme se construye en un Nueva York elegante y otoñal, donde los personajes están compelidos al agobio dentro de escenarios refinados y vestuarios delicados. Una historia que necesita funcionar en esta escena donde todo lo que rodea a los personajes no parezca tan realista como el propio conflicto al que están obligados a enfrentar.
Esa ciudad de Woody Allen es tomada por el director manchego como una forma de intruso moderno, arrebatándole los rincones donde pululan toda clase de persona, especialmente esa “middle class” neoyorkina que tanta referencia hace el realizador estadounidense en sus películas.
De esta manera Almodóvar intuye su intención y redescubre el entorno como un turista acucioso tratando de hacer una historia funcional, quizás, con un dejo teatral y unos diálogos alterados para que fluyan en el idioma inglés.
Estos dos personajes que comparten una proximidad física, pero emocionalmente distante, sirven para abordar temas del aislamiento, secretos, revelaciones y muerte, en la que su realizador hace uso del espacio como un elemento de separación y conexión entre Ingrid y Martha.
Almodóvar es conocido por su uso simbólico del espacio y los objetos. En este caso, el uso deliberado del color (rojo intenso para la declaración existencial y el conflicto, y azul para la melancolía) revela una composición visual que enmarca a los personajes de Ingrid y Martha en una compleja confrontación con la idea de la eutanasia, la muerte y el derecho a decidir sobre ella.
El título en sí simboliza las barreras emocionales o secretas. Detalles como espejos (que representan identidades fragmentadas), ventanas (que ofrecen vistas al exterior, pero mantienen el aislamiento), o puertas cerradas (que sugieren secretos) son elementos claves dentro de la narración el cual Almodóvar las usa como referencias a la religión, la literatura, la pintura o al cine clásico como metáforas para explorar esta relación.
Moore y Swinton logran interpretaciones intensas, cargadas de emoción contenida a través de un enfoque de matices psicológicos deliberados que se imponen a un texto que les favorece en todos los sentidos, pues van más allá de lo que sus respectivos personajes pueden aportar, aunque sus diálogos parezcan muy sujetados a la cadencia y fluidez del idioma.
“La habitación de al lado” es una película probablemente cautivadora para un público, especialmente, “almodovariano” por esa manera en que muestra las complejidades de las relaciones humanas y el peso de los secretos, entrelazados a través de un relato íntimo y a su vez universal.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO
Título original: The Room Next Door. Año: 2024. Género: Drama. País: España. Dirección: Pedro Almodóvar. Guion: Pedro Almodóvar. Novela: Sigrid Núñez. Elenco: Tilda Swinton, Julianne Moore, John Turturro, Alessandro Nivola Duración: 1 hora 46 minutos
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