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Alien: Romulus (crítica)

SANTO DOMINGO.- “Alien” puede considerarse como la más auténtica y original saga de ciencia ficción que representa como un “organismo perfecto”, considerado un monstruo para la raza humana, es capaz de revitalizarse y perseguir su objetivo sin importar cuánto esfuerzo haga el humano por su destrucción, la sobrevivencia y la expansión es su único motivo existencial.

Desde el primer esbozo que realizara el guionista Dan O’Bannon para la primera entrega dirigida por Ridley Scott en 1979 con “Alien, el octavo pasajero”, basado en una historia de Ronald Shusett y creación de personaje por H.R. Giger, esta fábula ha pasado por múltiples reconsideraciones que han modificado ciertos parámetros, pero tratando siempre de mantener la naturaleza propia de la criatura y lo que representa dentro de la evolución de la historia.

Ahora el realizador uruguayo Fede Álvarez (Don´t Breathe, 2016) junto a su coguionista, Rodo Sayagues, ha diseñado una trama que se enfoca en los principios básicos de la historia con un perfil retro futurista en la que presenta a un grupo de colonos veinteañeros que están atrapados en trabajos mineros sin ninguna perspectiva de progreso, por lo cual se aventuran a la huida hacia una estación espacial abandonada encontrándose con la forma de vida más aterradora del universo.

Un xenomorfo que ha vuelto con un diseño que aprovecha las nuevas tecnologías aplicadas a la animación y con algunos efectos físicos que revitaliza su accionar y su complejidad al momento de trasladarse por los lúgubres pasillos de la nave.

“Alien: Romulus” aporta algunos componentes más allá de lo que se pudo ver en “Prometheus” (2012), o “Alien: Covenant” (2017) ambas de la autoría de Ridley Scott que empezaba a conceder ciertas deliberaciones sobre el camino que debía proseguir la aventura.

Fede retoma todas estas experiencias y la reconstruye también a partir del videojuego ‘Alien: Isolation’, desarrollado por The Creative Assembly y publicado por Sega, un juego de estrategia entre un solo jugador y el xenomorfo.

De esta manera la historia narrada en este episodio se dinamiza por los efectos sonoros, la excelente utilización de la cámara y un montaje que toma siempre ventaja entre el ritmo interno y el externo de las escenas.

El elenco juvenil sirve para presentar la historia hacia un público más joven, tomando cierta distancia de las anteriores, pero siempre dejando caer su admiración por la primera entrega con algunos guiños, homenajes y alegorías.

En la misma, la composición del elenco también define cierta integridad en cuanto a los personajes donde el interés se focaliza principalmente en Rain (Cailee Spaeny) y su hermano adoptivo Andy (David Jonsson) quien a su vez tendrá luego una conexión con otro personaje rescatado de la primera versión.

Esta ciencia ficción con buenas cucharadas de ´body horror´, es lo que la declara como un producto disfrutable dentro de lo que concierne al propio género y a la potencialidad que todavía posee esta saga.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO

Título original: Alien: Romulus. Año: 2024. Género: Ciencia Ficción. País: USA. Dirección: Fede Álvarez. Guion: Fede Álvarez, Rodo Sayagues. Saga creada por: Dan O’Bannon, Ronald Shusett. Personajes: H.R. Giger. Elenco: Cailee Spaeny, Isabela Merced, David Jonsson, Archie Renaux, Spike Fearn y Aileen Wu. Duración: 1 hora 59 minutos

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“Alien: Romulus” aporta algunos componentes más allá de lo que se pudo ver en “Prometheus” (2012), o “Alien: Covenant” (2017) ambas de la autoría de Ridley Scott que empezaba a conceder ciertas deliberaciones sobre el camino que debía proseguir la aventura.
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Felix Lora

Felix Lora

Periodista, crítico de cine, catedrático e investigador

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