SANTO DOMINGO.- El director y guionista surcoreano Bong Joon-ho, conocido por su estilo distintivo que combina géneros y crítica social con narrativas complejas, sabe muy bien mezclar sátira social, humor negro y thriller como fue el caso de “Parasite” (2019) o la representación de la desigualdad a través de un tren dividido en clases sociales como en “Snowpiercer” (2013), pero también la tensión con giros inesperados del filme “Memories of Murder” (2003).

Con Mickey 17″, Bong Joon-ho, explora la ciencia ficción abordando temas profundos como la identidad, la clonación y la explotación laboral en un contexto futurista.

Para entender esto la trama sigue a Mickey Barnes, interpretado por Robert Pattinson, un «prescindible» en una misión de colonización en el planeta helado Niflheim. Su rol implica sacrificarse en tareas peligrosas, siendo replicado tras cada muerte mediante tecnología de clonación.

La narrativa se complica cuando Mickey 17 descubre que su reemplazo, Mickey 18, ha sido creado antes de su fallecimiento, lo que desencadena conflictos éticos y existenciales.​

La puesta en escena ofrece una dirección de fotografía a cargo de Darius Khondji (La ciudad de los niños perdidos, 1995) quien captura la desolación y hostilidad del planeta Niflheim. El diseño de producción de Fiona Crombie (The Favourite, 2018) crea una atmósfera claustrofóbica dentro de la base espacial, contrastando con la vastedad inhóspita del exterior.

Aunque estos elementos visuales refuerzan la sensación de aislamiento y peligro constante que enfrentan los personajes, la historia puede verse afectada por una arriesgada visión de incluir muchos temas en un solo espectro argumental y no afincarse en una narrativa simple y adecuada a las intenciones que la propia historia trata de explicar.

Bong Joon-ho intenta equilibrar la ciencia ficción con la sátira política y el comentario social utilizando la figura grotesca y caricaturesca del personaje de Kenneth Marshall, interpretado por Mark Ruffalo como un representante del capitalismo tecnológico y la deshumanización laboral o la de Ylfa Marshall, interpretada por Toni Collette, con la preparación de salsas como una metáfora de la opulencia y desconexión de las élites respecto a las necesidades básicas de la tripulación.

El valor filosófico de «Mickey 17» radica en su exploración de la identidad y la conciencia. Las diferentes versiones de Mickey plantean preguntas sobre los conceptos de la individualidad, el valor de una vida única dentro de un sistema que trata a las personas como recursos renovables.

La combinación de elementos visuales y narrativos junto con la música de Jung Jae-il, habitual con Bong Joon-ho , complementa la atmósfera acentuando sobre la naturaleza de la humanidad y el costo de la supervivencia en un entorno capitalista extremo. ​

Robert Pattinson ofrece una actuación destacada, aportando matices que diferencian a Mickey 17 de sus clones y solo tratando de convertirse el mismo en un simbolismo de la permanencia de la identidad propia.

Todos estos conceptos pueden estar resumidos en las intenciones del director y de la propia novela de Edward Ashton, aunque en la interpretación de Bong Joon-ho puede verse larga y con dificultad de cerrar la idea de manera adecuada, pues en su tramo final, se extiende en demasía.

Por lo menos “Mickey 17” ofrece una película visualmente impactante y narrativamente compleja que puede resultar una metáfora de la expansión de la tecnología y el capitalismo deshumanizante.
Félix Manuel Lora/CINEMA DOMINICANO

Título original: Mickey 17. Año: 2025. Género: Ciencia Ficción. País: USA. Dirección: Bong Joon-ho. Guion: Bong Joon-ho. Libro: Edward Ashton. Elenco: Robert Pattinson, Naomi Ackie, Steven Yeun, Mark Ruffalo. Duración: 2 horas 17 minutos

Visitas: 0